Proyectos regenerativos de caracter local con vistas a cambiarlo todo
Misión y valores
La confluencia de intenciones es una pieza imprescindible en los procesos de cambio, de transformación que necesita nuestra sociedad. Una sociedad, la del siglo XXI, que en una amplia mayoría mantiene una mirada al futuro construida desde el miedo y la incertidumbre.
Si revisamos aquello que hemos construido entre todos y todas, y las consecuencias que esto ha tenido, vemos que vivimos en un escenario donde confluye una triple desconexión:
- La desconexión del ser humano con la naturaleza, con la vida. Solo tenemos que girar nuestra mirada hacia el pasado, no muy lejos, y ver la gran cantidad de fenómenos naturales, producidos en su mayoría por el impacto de la actividad humana sobre el medio ambiente, que se producen cada vez con mayor frecuencia y que afectan enormemente la vida. Para generar todo aquello que consumimos globalmente como sociedad serían necesarios 1,5 planetas como la Tierra, pero solo tenemos uno.
- La desconexión social, entre las personas. Protestas, guerras, disturbios, fanatismos… Son síntomas de una sociedad extremadamente polarizada en la cual prevalecen los intereses del ego sobre los del colectivo, se observa el «nosotros contra vosotros» con plena normalidad, dinamizando así el enfrentamiento y la violencia.
- La desconexión personal, de nosotros con nosotros mismas. La enfermedad del siglo XXI no es otra que la depresión, la angustia provocada por la insatisfacción que experimentamos con nuestra vida, con todo aquello que hacemos. El año 2010 el número de muertes por suicidio fue superior a la de muertes en guerras, actos terroristas y desastres naturales agrupadamente.
¿Por qué se producen estas desconexiones? ¿Sobre qué su sustenta? ¿Cómo es posible que entre todas las personas hayamos construido un sistema que como resultado nos devuelve algo que ninguno queremos? ¿Por qué seguimos haciendo lo mismo?
Desde y para la sociedad.
Desde Del Camp a la Taula entendemos que para abordar esta problemática en necesario un abordaje desde la misma sociedad, con proyectos diseñados, implementados, ejecutados y gobernados directamente por ella. Encontrar un punto de interés común que nos permita reconectarnos, convivir, compartir; ‘co-crear’ es un elemento clave para poner en marcha estas dinámicas de transformación.
Con esta mirada como columna vertebral, también queremos abordar proyectos más pequeños, que permiten pequeños cambios a pequeña escala, pero también importantes: crear puntos de reconexión con la naturaleza y, a la vez, nuevos espacios que luchan contra la emergencia climática.
¿El objetivo principal? La autoconstrucción de una red de relaciones que configure una comunidad viva, creativa y que mejore la calidad de vida a nuestro entorno.
Misión y valores ‘proyectados’
Estas líneas crean, a la vez, otras líneas o valores que marcan nuestra actividad para implementarlas. Es, por ejemplo, la independencia respecto a los poderes públicos en la toma de decisiones, sin limitar la posible, y muchas veces necesaria, colaboración.
De esta independencia y la actividad de los participantes y sociedades surgen los proyectos regenerativos, nuestro principal método de acción. Estos, que buscan la transformación del modelo económico y social actual, hacia uno que también tenga en cuenta los valores sociales y ambientales, no solo económicos, están íntimamente relacionados con la permacultura y ‘reverdecer’ nuestros entornos urbanos.
Unos proyectos o métodos que, por otro lado, son de ‘código abierto‘; aquellos exitosos que puedan replicarse en otros lugares o poblaciones, o a diferente escala, y ayudar a la transformación, serán un aspecto positivo más.
Si todo esto te interesa y quieres participar, sea de forma activa, económica o intelectual, no dudas al contactar con nosotros.
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