Hace una poco más de año y medio empezamos esta bonita aventura del proyecto Albal Circular. Acompañados de una comunidad cada vez mayor y más involucrada, hemos conseguido un primer hito que nos habíamos marcado hace algunos meses; compostar en torno a los 400 kg semanales de residuos urbanos. El mayo de 2022 estamos en un nivel de casi el doble, entre 700 y 750 kg semanales.
Como no podía ser de otro modo, hemos aprendido mucho, tanto en el proceso de compostaje colectivo como en la construcción de un campo social saludable, diverso y abierto a todas las personas. En el primero de los ámbitos de aprendizaje obtenemos mensualmente alrededor de 1.000 kg de compuesto de una alta calidad listo para ser aplicado en los espacios naturales y de producción agrícola que estamos regenerando.
Uno de estos espacios es el Centro de Interpretación de la Naturaleza (CIN) Bosque Mediterráneo, situado a las espaldas del parque de Santa Anna. Aquí está también el primer centro de compostaje colectivo de Albal Circular. En este espacio usamos el compost y los restos de poda trituradas que, siguiendo las indicaciones del Ayuntamiento de Albal, nos facilita la empresa que gestiona el mantenimiento de parques y jardines del pueblo, el Centro Verd. Un proceso en el cual hemos visto la evolución del suelo, que alberga cada vez más vida, que da mayor frondosidad a la vegetación que allí se encuentra, que absorbe el agua de lluvia y llena de vida todo el entorno, donde cada día escuchamos una sinfonía de cantos de pájaros que era impensable hace unos meses. Hemos visto un espacio donde el ser humano rompió el ciclo de la materia orgánica que mantiene todo este equilibrio, y hemos aprendido a restaurarlo.
En el segundo ámbito de aprendizaje de nuestra travesía nos damos cuenta de la importancia de compartir todo esto que hemos aprendido y aprender de aquellas personas con las cuales lo compartimos. Por eso hemos diseñado un Taller del ciclo de la materia orgánica y lo hemos puesto a disposición de quien quiera vivirlo.
Desde este marco y en base al convenio que Del Camp a la Taula mantiene con el ayuntamiento de nuestro pueblo en torno a la educación ambiental, durante estos días hemos recibido la visita de personas, monitores y usuarios, de loAsociación de Familiares de Personas con Enfermedades Mentales (AFPEM) y de laEscula de Adultos de Albal (EPA Albal), que se acercan a conocer qué es Albal Circular y a vivir el taller ‘El Ciclo de la Materia Orgánica’.
En estas visitas, entre todos y todas, hemos reflexionado sobre la necesidad de regenerar nuestro maltratado y olvidado suelo porque vuelvo a cumplir su función principal: el sostenimiento de la vida. Sí, dependemos del suelo para vivir, tanto para garantizar nuestro alimento como para mantener las condiciones idóneas que nos permiten continuar viviendo dignamente en este planeta. Hemos trabajado en torno al manejo del compostaje desde la materia prima que obtenemos gracias a las personas, comedores de centros educativos y establecimientos de restauración que participan en Albal Circular. Hay que resaltar que esto supone un alto porcentaje del total de residuos orgánicos que se separan en el municipio y que, desde este apasionante proyecto, estos residuos se transforman en recursos que nos permiten regenerar tanto el suelo como nuestras propias relaciones humanas.
Queremos agradecer de corazón la participación y disposición de cada una de las personas que participan en el proyecto, igual que a aquellas que nos han visitado y todavía no lo hacen, y aprovechar para extender la invitación a más entidades, centros educativos, personas… A todo ente que genere residuos orgánicos a participar en Albal Circular y a descubrir el sentido de hacerlo asistiendo al taller ‘El ciclo de la materia orgánica’.
Escríbenos a través del siguiente formulario si estás interesado o visita el nuevo apartado en la web, y crearemos grupos para vivir este taller.