Tierra Barakah significa Tierra ‘fértil’, ‘divina’ o con ‘carisma’ en árabe. Un ‘bautizo’ que ya marcaba intenciones, para un suelo que una vecina de Albal dispuso altruistamente para poder aplicar los principios de la permacultura.
Este huerto nace como un proyecto por la observación, experimentación y entendimiento de los procesos biológicos en relación con el sistema de cultivo. Unos procesos que nos permitirán enseñar, de manera teórica y práctica, cultivar plantas y producir alimentos mejorante, a la vegada, la ecología y servicios ambientales del espacio cultivado.
Abordamos, desde la permacultura, una alternativa tangible en el corto, medio y largo plazo que permita revertir el continuo proceso de desertificación. Un proceso peligroso, íntimamente relacionado con el cambio climático pero, sobre todo, con la explotación del suelo de manera destructiva por parte de las personas. Buscamos alternativas en la aplicación de prácticas agrícolas que ignoran el conocimiento de los ciclos ecológicos, haciendo una gestión ineficiente del suelo que, con fines solo económicas, nos lleva a la pérdida continúa de fertilidad y biodiversidad de los suelos a escala global.
El suelo, como conjunto vivo, requiere el restablecimiento de sus ciclos nutritivos que, a la vegada, procuran la vida sobre esta. Es por eso que en el Terra Barakah creamos un ‘libro en blanco’ de prácticas y procesos para la regeneración del suelo, siempre mediante métodos naturales al alcance de cualquier persona o colectivo.
Así, estos objetivos incluyen la difusión de este conocimiento para su posterior aplicación a nuevos espacios que, todavía con características diferentes, tienen una necesidad común: reconectar con el suelo.
El huerto Tierra Barakah no pretendía ser un proyecto aislado ni individual, puesto que reconozcamos la necesidad de relacionarse con personas con proyectos o inquietudes similares. Una puerta de entrada a diferentes conocimientos que mejoran el concepto global de entender y actuar en la agricultura, con una visión de responsabilidad hacia la natura y la vida.
Este proyecto sirvió de ‘catapulta’ por otros, siendo los principales Albal Circular y, todavía en proceso de construcción, los futuros ‘Huertos Biosociales de Albal’.